
martes, 26 de agosto de 2008
UN ENSAYO SOBRE LA MUERTE

“MUERTE Y CULPA”
Por:
Psic. Derico Yahome Coronado Huizar.
Mtro. en estudios psicoanalíticos.
Basado en el cuento de Juan Rulfo "Diles que no me maten"
11 de marzo de 2008
Guadalajara, Jalisco.
11 de marzo de 2008
Guadalajara, Jalisco.
INTRODUCCION
En el presente ensayo, se trata de explicar de manera analítica dos fenómenos de lo mas interesantes para el ser humano, principalmente la muerte y en segundo termino la culpa, fenómenos que serán abordados a partir de uno de los cuentos, de la ya aclamada obra “El llano en llamas” de Juan Rulfo. Y que será analizada bajo un enfoque psicoanalítico freudiano.
El cuento que tomaremos para desarrollar este trabajo de base psicoanalítica, tiene como nombre ¡diles que no me maten¡ la razón por la cual es necesario realizar un trabajo de esta índole, es para intentar contestar algunas preguntas que nos han surgido a todos los seres humanos en algún momento de nuestra vida, entre ellas ¿Qué es la muerte?¿Por que nos resulta inaceptable la idea de morir?¿Cual es la relación que tenemos con la muerte? ¿Qué actitud debemos tomar frente un fenómeno de esta naturaleza? Y ¿Qué relación tiene el sentimiento de culpa con la muerte?
Tomaremos como punto de referencia al personaje principal de este cuento para estudiarlo y poder descifrar las posibles respuestas a estas preguntas.
Es importante mencionar que estas son algunas de muchas preguntas que podrían surgir en relación a un fenómeno tan avasallador como lo es la muerte, sin embargo, considero que gran parte de estas cuestiones podrán ser resueltas de manera involuntaria y que aquellas que pudieran surgir posteriormente darán material para poder dilucidar mas a fondo este fenómeno, posteriormente.
DESARROLLO
Comenzare por saludar a el lector de este ensayo y demostrar mi admiración por aquellos que como yo, siempre estamos en busca de respuestas a fenómenos tan humanos e intrigantes como lo es la muerte, y espero que este ensayo sirva de base para trabajos posteriores en los cuales se pueda dar rienda suelta a la investigación en fenómenos de esta naturaleza, no olvidemos que una mente critica nos llevara a obtener el conocimiento necesario para comprender fenómenos tan indescriptibles e innegables como este, sin mas por mencionar intentemos llevar esta exposición de ideas a buen comienzo.
En la primera parte de este ensayo comenzare por realizar una breve síntesis del cuento “Diles que no me maten” de Juan Rulfo.
El cuento inicia cuando Juvencio (personaje principal) le hace una petición a Justino (hijo de Juvencio) “diles que no me maten, Justino anda, vete a decirles eso”, a lo cual el hijo al `principio no quiere, pero el padre le insiste hasta que el hijo le acepta el encargo forzadamente.
Posteriormente, el narrador comienza a mencionar como mientras capturan a Juvencio él se acuerda de la fechoría que había cometido, todo había comenzado por que Don Lupe (compadre de Juvencio) no le había permitido a Juvencio que sus animales pastaran en el terreno de Don Lupe, la sequía había dejado los terrenos de Juvencio sin comida para los animales y se le estaban muriendo a causa de la hambruna. Así que Juvencio rompía la cerca de Don Lupe para que sus animales flacos se metieran a pastar, lo cual le disgusto a Don Lupe el cual amenazó a Juvencio con matar a uno de sus animales si se volvían a meter a sus terrenos, y así lo hizo. Le mato un novillo y esto causo que don Juvencio matara a Don Lupe. Esto provoco que Juvencio huyera al monte, sin embargo, él sabia que seria perseguido por las autoridades así que soborno al juez con 10 vacas, y así hasta que le embargaron la casa, su mujer se fue y lo dejo, y el por huir no le dio ni la menor importancia, los únicos que lo podían perseguir eran los hijos del asesinado a machetazos, pero eran unos niños aun en brazos. Eso había pasado hace treinta y cinco años así que por parte de ellos no había que tener miedo.
Y ahora habían ido por el cuando ya no esperaba a nadie, esperanzado en que se había quedado todo en el olvido, él esperaba que lo perdonaran por viejo, pero aun así lo habían traído para sentenciarlo y darle muerte, y él lo supo, se hizo a la idea de que lo matarían, sin embargo aun tenia esperanzas, así los hombres que fueron por Juvencio en la noche lo llevaron con el coronel, mientras el albergaba una esperanza de que a lo mejor al hombre que buscaba no era él, era otro Juvencio, hasta que al final lo llevaron con el coronel quien entabla una platica con Juvencio. El coronel le menciona que Guadalupe Terreros era su padre y que cuando creció y lo busco supo que había muerto a hachazos por una persona que aun seguía viva.
Lo siguiente es que Juvencio sigue pidiendo clemencia, pero el coronel no se la concede y vuelve a pedirle clemencia. Hasta que al final lo mata a tiros y su hijo Justino se lo lleva en un burro.
Como podemos ver el cuento trata sobre la sentencia y muerte de un asesino, sobre la actitud que toma ante la muerte él asesino, y sobre el fenómeno de la muerte en sí, lo que a continuación buscaremos es explicar bajo una base psicoanalítica freudiana, que es la muerte, nuestra actitud para con ella y nuestra relación hacia este fenómeno.
Desde este punto, lo primero que deseo abordar es la actitud que presenta reflejada el personaje de Juvencio con respecto a la muerte, desde el hecho de dar muerte a otro ser humano (Don Lupe) y de enfrentar su propia muerte.
Comencemos por el hecho del asesinato, ¿Cómo se explica, que el ser humano sea capaz de tal atrocidad?
Bueno si consideramos la contribución de la teoría freudiana al análisis de los pueblos, tendríamos que considerar algunas afirmaciones que Freud fue recopilando en sus escritos y obras “Carta del Dr Freud al profesor Einstein sobre la violencia y la guerraDr. Sigmund Freud.”,”Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte” y en “El malestar en la cultura”, las cuales nos servirán para abordar esta interrogante.
Intentemos responderla, Freud menciona la existencia de un instinto antagónico al Eros, al cual llamaría instinto de muerte y que una parte de este instinto va dirigida hacia el mundo exterior en forma de agresión y destrucción.
Según Freud
“la tendencia agresiva es una disposición instintiva innata y autónoma del ser humano;”
Obras completas: El malestar en la cultura, Sigmund Freud, 1929-1930.
Si nosotros consideramos esto como una verdad universal, entonces todos estamos bajo la fuerza de instintos que manejan nuestro suceder diario, sin embargo ya habíamos mencionado antes al instinto de vida antagónico al de muerte en ese sentido se trataría de dos fuerzas luchando por dominar nuestro actuar diario.
En este sentido, si nosotros pensáramos que existe una especie de lucha instintiva dentro de nuestro aparato psíquico, tendríamos que atribuir que en el personaje de Juvencio el instinto de muerte gano la partida, sin embargo, para que esto sucediera debería de haber una explicación un poco mas completa, recordemos que el aparato psíquico esta compuesto por tres instancias el “yo”, el “ello” y el “súper yo” y que estas trabajan bajo dos principios el de realidad y el de placer. Podríamos pensar al “súper yo” como aquel policía que nos dice que hacer y que no hacer, que nos impone el principio de realidad (que claro es introyectado desde la infancia por la cultura misma), al “ello” como aquel instinto que trabaja bajo el principio del placer. Y al “yo” como aquel que vendría a mediar entre estos dos instintos.
Tendríamos que pensarlo de esta forma, en el “ello” se encuentra un deseo o instinto de muerte (agresividad) que quiere ser proyectado hacia a fuera, sin
embargo, el “súper yo” no lo permite y despliega esta agresividad hacia el “yo” provocando lo que conocemos como sentimientos de culpa.
Freud lo explica de esta manera:
“conocemos dos orígenes del sentimiento de culpabilidad: uno es el miedo a la autoridad; el segundo, más reciente, es el temor al súper-yo. El primero obliga a renunciar a la satisfacción de los instintos; el segundo impulsa, además, al castigo, dado que no es posible ocultar ante el super-yo la persistencia de los deseos prohibidos”.
Obras completas: El malestar en la cultura, Sigmund Freud, 1929-1930.
Esto es lo que explica, por una parte la relación de la muerte con el sentimiento de culpa, y por otra el por que nosotros no somos capaces de llevar a cabo un asesinato como lo hizo Juvencio.
Regresemos a la pregunta ¿por que el ser humano es capaz de tal atrocidad o de cometer un asesinato? La respuesta según el psicoanálisis en síntesis es esta, en nosotros existen instintos de muerte (agresivos) y estos son a su ves reprimidos por obra del “súper yo” y la cultura en si. En el asesino no existe la represión de este instinto de muerte, de hecho ni siquiera muestra culpa por haber matado a Don Lupe, lo que si muestra es miedo a ser castigado por su crimen. En otras palabras los instintos de muerte no fueron reprimidos por el “super yo”, mas bien fueron satisfechos por el “ello”,es como si el “yo” se dejara mangonear por el principio de placer.
Acaso y lo que podemos observar es un remordimiento posterior al crimen, analicemos este remordimiento que se remonta al asesinato del proto-padre:
Para Freud:
“Este remordimiento fue el resultado de la primitivísima ambivalencia afectiva frente al padre, pues los hijos lo odiaban, pero también lo amaban; una vez satisfecho el odio mediante la agresión, el amor volvió a surgir en el remordimiento consecutivo al hecho, erigiendo el súper-yo por identificación con el padre, dotándolo del poderío de éste, como si con ello quisiera castigar la agresión que se le hiciera sufrir, y estableciendo finalmente las restricciones destinadas a prevenir la repetición del crimen.”
Obras completas: El malestar en la cultura, Sigmund Freud, 1929-1930.
Juvencio al satisfacer su instinto agresivo, desarrollo este remordimiento, sin embargo lo que sigue en relación a su vida es “huir”, es no querer aceptar al” súper yo”, es querer escapar del “súper yo”, o como diría Lacan, querer escapar de la ley del Padre.
Esto nos abrirá el camino para intentar descifrar una interrogante mas, ¿Cuál es la actitud del ser humano ante la muerte?
Parece ser que en el personaje principal, Juvencio, se ve obligado a confrontar la muerte desde dos perspectivas, primero al dar muerte a otro ser humano y
segundo al tener que enfrentar su propia muerte, al dar muerte a otro ser humano ya fue aclarada en párrafos anteriores, parece ser que la actitud a tomar es la culpa o el remordimiento, también se podría pensar, como sucede en el complejo de Edipo y la castración, que en el momento de matar a otro ser humano, el mismo Juvencio se da cuenta inconscientemente de su mortalidad(de la posibilidad de castración), algo que él no puede aceptar, esto nos ayudara a responder de manera mas clara, la actitud de Juvencio hacia el tener que enfrentar su propia muerte.
Para esto tendremos que analizar el problema de la muerte, el como se conduce nuestro inconsciente ante esta.
Se conduce, según Freud, de esta manera:
“Así, pues, nuestro inconsciente no cree en la propia muerte, se conduce como si fuera inmortal. Lo que llamamos nuestro inconsciente no conoce, en general, nada negativo, ninguna negación y, por tanto, no conoce tampoco la muerte propia, a la que solo podemos dar un contenido negativo. En consecuencia, nada instintivo favorece en nosotros la creencia en la muerte”.
Obras completas: Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte, Sigmund Freud, 1915.
Juvencio enfrenta su muerte, de esta manera, según el cuento lo capturan y le dicen que lo van a matar, podemos observar rápidamente que se resiste a ser enjuiciado, a la idea de ser asesinado, debe de haber una esperanza, piensa y expresa las ganas de decir que lo soltaran, hasta el final pide clemencia una y otra vez y se le es negada.
En Juvencio podemos observar como se resiste a morir , pues, para su inconsciente es algo intolerable, algo en lo que no puede creer, los instintos van impulsados al no aceptar la posibilidad de morir, en otras palabras , la actitud para la propia muerte es de no aceptación.
Pongámoslo en palabras de Freud:
“En resumen: nuestro inconsciente es tan inaccesible a la idea de la muerte propia, tan sanguinario contra los extraños y tan ambivalente en cuanto a las personas queridas, como lo fue el hombre primordial. ¡Pero cuánto nos hemos alejado de este estado primitivo en nuestra actitud cultural y convencional ante la muerte!”
Obras completas: Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte, Sigmund Freud, 1915.
A partir de este punto se nos contesta por inercia una pregunta planteada anteriormente ¿Por qué nos resulta inaceptable la idea de morir?, la respuesta es simple, para el inconciente no existe, la muerte es inaccesible, como mencionábamos, se conduce como si fuera inmortal.
Desde este punto llegamos a otra pregunta planteada al iniciar este trabajo, ¿Qué actitud debemos tomar frente a un fenómeno de esta naturaleza? , en mi
punto de vista esta pregunta esta mal planteada ya que la presente investigación nos explica que la naturaleza misma nos pone en varios polos diferentes, por una parte, no aceptamos nuestra propia muerte, por otra en cuanto a los seres queridos desarrollamos un sentimiento de culpa surgido de la ambivalencia de afectos. No se trata de que actitud debemos tomar, si no, más bien de comprender por que tomamos este tipo de actitudes, para esto me remito a la carta que Freud escribió sobre la Guerra a Einstein:
Freud menciona:
“¿Por qué nos sublevamos) tanto contra la guerra, usted y yo y tantos otros? ¿Por qué no la admitimos como una de las tantas penosas calamidades de la vida? Es que ella parece acorde a la naturaleza, bien fundada biológicamente y apenas evitable en la práctica”. Carta del Dr. Freud al profesor Einstein sobre la violencia y la guerraDr. Sigmund Freud. Viena, septiembre de 1932
Y solamente comprendiendo la guerra así como la muerte podremos tomar actitudes como lo señala Freud en el siguiente párrafo.
“Si la aquiescencia (aceptación) a la guerra es un desborde de la pulsión de destrucción, lo natural será apelar a su contraría, el Eros. Todo cuanto establezca ligazones de sentimiento entre los hombres no podrá menos que ejercer un efecto contrario a la guerra”.
Carta del Dr. Freud al profesor Einstein sobre la violencia y la guerraDr. Sigmund Freud. Viena, septiembre de 1932
Así también considero, que la muerte debería ser tomada con esta actitud y apelar a la pulsión de Eros para, lograr una convivencia más armónica con los demás y no permitir que nuestra pulsión de muerte se desborde.
Para finalizar, solo quiero contestar una pregunta, hecha al inicio de este ensayo, ¿Qué es la muerte?, bueno analíticamente hablando, la muerte es lo inaccesible, en lo que el inconsciente no puede creer, lo desconocido por el inconsciente. Lo que en la consciencia se nos presenta a veces como un sentimiento de culpa al morir un ser amado/odiado y que finalmente sabemos es inevitable por que nos refleja la vulnerabilidad de nuestro ser.
CONCLUSION:
Considero necesario e importante que este estudio se lleve a mayor desarrollo, si bien la perspectiva freudiana da un gran matiz acerca de estos fenómenos, no quiere decir que este ensayo no pueda ser enriquecido por otros autores y otras visiones, más por lo pronto, no dejo este ensayo en feliz termino y sino mas bien postergarlo para un mayor enriquecimiento temático.
BIBLIOGRAFIA:
-Obras completas: El malestar en la cultura, Sigmund Freud, 1929-1930.
-Obras completas: Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte, Sigmund Freud, 1915.
-Carta del Dr. Freud al profesor Einstein sobre la violencia y la guerraDr. Sigmund Freud. Viena, septiembre de 1932.
NOTA: Revisé traducciones de ballesteros para el presente ensayo, la traducción entre pulsión e instinto parece ser tomada por ballesteros como un mismo concepto. Revísese traducción de Amorrórtu para aclaraciones posteriores.
sábado, 2 de agosto de 2008
UNA TERAPIA DE CORTE PSICOANALITICO


“LOS AVATARES DE UNA TERAPIA DE CORTE PSICOANALITICO”
POR.
PSIC. DERICO YAHOME CORONADO HUIZAR.
21/JULIO/2008
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo busca dar una mirada clara acerca de cómo se trabaja la terapia psicológica desde un enfoque psicoanalítico Freudiano, aquellos terapeutas que están iniciándose en el difícil pasaje de la investigación en la terapia de corte analítico se darán cuenta que en el espinoso camino de llevar a acabo un proceso con un paciente dentro de nuestro consultorio, nos veremos enfrentados con diferentes barreras que no nos permitirán cumplir el o los objetivos planteados por nuestros pacientes. Estas murallas sin embargo no son ajenas a cualquier otro tipo de enfoque terapéutico, sistémicos, gestaltistas y demás terapeutas se han enfrentado y se enfrentan constantemente a este tipo de fenómenos y nuestro interés es ver que tiene que decir el psicoanálisis respecto a como se debe llevar acabo esta ardua tarea.
El presente trabajo más que nada intentará dar muestra de cómo se lleva acabo una terapia de corte analítico y de algunos fenómenos interesantes en el desarrollo de la terapia psicoanalítica de corte Freudiano, así que sin mas preámbulo daremos comienzo.
La técnica.
Aquellos que dedicamos nuestro tiempo al análisis e interpretación de los conflictos internos de los pacientes que se presentan a consulta, nos damos cuenta que la mayoría de las veces vienen muy a afligidos por exigencias del mundo exterior que ellos no se sienten capaces de manejar. Se nos presentan en búsqueda de un conocimiento exterior, de una demanda hacia el terapeuta, algunas veces es “no se como remediar la situación, dame tu la solución” solución que después de arduo trabajo nos damos cuenta , que ese conocimiento, esa demanda , no viene del exterior a veces ni siquiera del propio terapeuta si no mas bien de las fortalezas que el paciente va ganando, en el desarrollo del proceso y que estas mismas son las que él utiliza para llegar a alcanzar los objetivos terapéuticos.
Si hablamos de Psicoanálisis forzosamente tenemos que mencionar a Sigmund Freud, quien diera cuenta de un número interesante de fenómenos que ayudaran a expresar el funcionamiento psíquico del sujeto, y desarrollos teóricos ulteriores basados en él.
La psico-dinámica de Freud nos ayudara a entender que sucede con aquellos pacientes, que como mencionaba al principio ,nos aparecen algo afligidos por influencias que parecieran exteriores al sujeto, pero que realmente son introyectadas a la psique del paciente y desde ahí actúan como desencadenantes del malestar del paciente.
Demos cuenta de algunas oraciones Freudianas sobre estos fenómenos:
“el yo tiene la tarea de obedecer a sus tres vasallajes -de la realidad objetiva, del ello y del súper yo- y mantener pese a todo su organización, afirmar su autonomía”.
“El más duro reclamo para el yo es probablemente sofrenar las exigencias pulsionales del ello, para lo cual tiene que solventar grandes gastos de contra investiduras. Ahora bien, también la exigencia del súper yo puede volverse tan intensa e implacable que el yo se quede como paralizado frente a sus otras tareas”.
“En los conflictos económicos que de ahí resultan vislumbramos que a menudo ello y súper yo hacen causa común contra el oprimido yo, quien para conservar su norma quiere aferrarse a la realidad objetiva. Si los dos primeros devienen demasiado fuertes, consiguen menguar y alterar la organización del yo hasta el punto de perturbar, o aun cancelar, su vínculo correcto con la realidad objetiva”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Estos tres párrafos, nos dan cuenta de un yo del sujeto mermado, por las exigencias del súper yo, el ello y la realidad objetiva. En otras palabras el sujeto se encuentra afligido por que no es capaz de atender de manera efectiva las exigencias del mundo exterior (sociedad, familia, ética, etc.) así como las internas (deseos, impulsos, la moral), él no ha encontrado la forma y su yo (pensamiento, razón, ideas), su persona, no logra encontrar como atender esas exigencias.
Esto nos pone en una posición clave, ¿cual es entonces nuestro trabajo? .
Freud menciona que:
“Sobre estas intelecciones fundamos nuestro plan terapéutico. El yo está debilitado por el conflicto interior, y nosotros tenemos que acudir en su ayuda. Es como una guerra civil destinada a ser resuelta mediante el auxilio de un aliado de afuera. El médico analista y el yo debilitado del enfermo, apuntalados en el mundo exterior objetivo {real}, deben formar un bando contra los enemigos, las exigencias pulsionales del ello y las exigencias de conciencia moral del súper yo”.
“El yo enfermo nos promete la más cabal sinceridad, o sea, la disposición sobre todo el material que su percepción de sí mismo le brinde, y nosotros le aseguramos la más estricta discreción y ponemos a su servicio nuestra experiencia en la interpretación del material influido por lo inconciente”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Entonces ¿en que consiste la situación analítica y nuestra labor como terapeutas?
Para freud seria de esta manera:
“Nuestro saber debe remediar su no saber, debe devolver al yo del paciente el imperio sobre jurisdicciones perdidas de la vida anímica. En este pacto consiste la situación analítica”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Desde mi punto de vista la gran diferencia se encuentra, en que en la psicoterapia de corte psicoanalítico, nuestro principal trabajo es el de fortalecer al yo, darle la fuerza al paciente para atender las exigencias que se le presentan y que le han impedido para la vida, tomando en cuenta que estas exigencias son los motivos de consulta y que son los objetivos a alcanzar.
A diferencia de aquel sujeto que se somete a un psicoanálisis por medio del cual aprenderá a re-conocerse, a estudiar sus complejos edipícos, sus conflictivas paternas y fraternas, y a analizar sus formas de ser en el mundo, resistencias, temores y de donde vienen ellos. Obvio que este trabajo resultara de mayor duración que el psicoterapéutico.
Sin embargo esto no es todo, tanto en la psicoterapia como en el psicoanálisis nos encontramos con fenómenos que nos vemos forzados a analizar, me refiero a la transferencia y las resistencias. Fenómenos que alteran las posibilidades de llegar a los objetivos planteados. Observamos que los pacientes desarrollan sentimientos dirigidos hacia nosotros que pueden servir de herramientas para el avance, así como para el retroceso, de la cura que es comúnmente nuestro objetivo.
Freud menciona que:
“Lo más asombroso es que el paciente no se reduce a considerar al analista, a la luz de la realidad objetiva, ve en él un retorno -reencarnación- de una persona importante de su infancia de su pasado, y por eso trasfiere sobre él sentimientos y reacciones que sin duda se referían a ese arquetipo”.
“Esta transferencia es ambivalente, incluye actitudes positivas, tiernas, así como negativas, hostiles, hacia el analista, quien por lo general es puesto en el lugar de un miembro de la pareja parental, el padre o la madre”.
“Si el paciente pone al analista en el lugar de su padre (o de su madre), le otorga también el poder que su súper yo ejerce sobre su yo, puesto que estos progenitores han sido el origen del súper yo”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
En psicoterapia también los pacientes transfieren sentimientos positivos o negativos hacia el terapeuta, lo mejor será desarrollar una relación que pro-ponga la situación transferencial positiva y valerse de ella como medio para llegar a la cura, sin embargo no podemos hacer de lado que algunas veces la transferencia negativa es la que aparece en la relación analítica, a manera de resistencia y es aquí cuando nos vemos forzados a llevar acabo grandes esfuerzos para que el paciente sea capaz de comprender y romper esas resistencias.
Para freud:
“El analista tiene la tarea de arrancar al paciente en cada caso de esa peligrosa ilusión, de mostrarle una y otra vez que es un espejismo del pasado lo que él considera una nueva vida real-objetiva. Y a fin de que no caiga en un estado que lo vuelva inaccesible a todo medio de prueba, uno procura que ni el enamoramiento ni la hostilidad alcancen una altura extrema”.
“Y si se logra, como las más de las veces ocurren, adoctrinar al paciente sobre la real y efectiva naturaleza de los fenómenos trasferenciales, se habrá despojado a su resistencia de un arma poderosa y mudado peligros en ganancias”.
“Nuestro camino para fortalecer al yo debilitado parte de la ampliación de su conocimiento de sí mismo. Sabemos que esto no es todo, pero es el primer paso. La primera pieza de nuestro auxilio terapéutico es un trabajo intelectual y una exhortación al paciente para que colabore en él”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Nuestro trabajo va emparentado, a lograr que el paciente se descubra y se haga conciente de que sus sentimientos hacia el terapeuta son repeticiones infantiles dirigidas hacia un otro, posiblemente a sus padres, para así romper esa resistencia y llegar a nuestra meta.
Según Sigmund Freud.
“Vencer las resistencias es la parte de nuestro trabajo que demanda el mayor tiempo y la máxima pena. Pero también es recompensada, pues produce una ventajosa alteración del yo, que se conserva independientemente del resultado de la transferencia y se afirma en la vida”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Como nos podemos dar cuenta, en este ultimo párrafo, para la psicoterapia de corte psicoanalítico hemos logrado nuestro objetivo, un yo fortalecido que atienda a las exigencias del exterior como del interior del paciente.
Por ultimo quisiera re-tomar un tema que me pareció bastante interesante, al cual Freud dedico un articulo muy interesante y es sobre este tipo de enamoramiento que aparece como una resistencia en el proceso terapéutico, me refiero al caso en que un paciente transfiera sentimientos amorosos hacia el terapeuta.
Como dijera Freud:
“Me refiero al caso de que una paciente demuestre con signos inequívocos o declare abiertamente haberse enamorado, como otra mortal cualquiera, del médico que está analizándola”.
Obras completas, Sigmund Freud (Amorrortu. Tomo .II) 1914-1915 “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”.
En mi joven experiencia como terapeuta me he dado cuenta de comportamientos interesantes, sobre todo en pacientes del sexo femenino, han llegado a mi consultorio pacientes que al principio tienen un aspecto poco interesado en resaltar su belleza femenina, pero que sin embargo al cabo de unos meses llegan a mi consulta con otro semblante, atractivas, arregladas y pintadas, como queriendo lucirse y mostrar su belleza , cosa que al principio no hacían, pudiéramos pensar que esto es un reflejo de una auto estima mejorada y que la persona sin duda a mejorado su salud, pero la pregunta que me nace es la siguiente, ¿por que arreglarse y pintarse para ir a consulta? Acaso las mujeres no lo hacen para querer seducir a otro, ya sea novio, amante, esposo, etc., Esto sucede comúnmente, y por esta razón creo necesario tomar en cuenta lo que el Psicoanálisis Freudiano tiene que decir al respecto.
Nuestro trabajo nos obliga a sospechar de todo tipo de resistencias, pensémoslo en palabras de Freud, ¿que sucederá al momento en que la paciente este transfiriendo sentimientos de este tipo hacia el terapeuta?
Según Freud:
“Así pues, al saber que la paciente se ha enamorado del médico opinará que sólo caben dos soluciones: o las circunstancias de ambos les permiten contraer una unión legítima y definitiva, cosa poco frecuente, o, lo que es más probable, tienen que separarse y abandonar la labor terapéutica comenzada. Existe, desde luego, una tercera solución, que parece además compatible con la continuación de la cura.”
Para el médico supone una preciosa indicación y una excelente prevención contra una posible transferencia recíproca, pronta a surgir en él. Le demuestra que el enamoramiento de la sujeto depende exclusivamente de la situación psicoanalítica y no puede ser atribuido en modo alguno a sus propios atractivos personales, por lo cual no tiene el menor derecho a envanecerse de aquella «conquista», según se la denominaría fuera del análisis. Y nunca está de más tal advertencia. Para la paciente surge una alternativa: o renuncia definitivamente al tratamiento analítico o ha de aceptar, como algo inevitable, un amor pasajero por
Obras completas, Sigmund Freud (Amorrortu. Tomo .II) 1914-1915 “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”.
Bueno, desde mi punto de vista, lo que el terapeuta habrá de hacer en estos casos es sostener ese enamoramiento en el análisis, habrá que encontrar la forma de dar una interpretación adecuada a la historia del paciente,de este enamoramiento, pero, lo mas importante, es que ella sea capaz de asociar e interpretar sus sentimientos por el terapeuta, y se pueda dar cuenta que, como decía freud, esto es un producto de su resistencia que le esta llevando a querer abandonar la labor terapéutica.
Para Freud:
“Un enamoramiento verdadero haría más dócil a la paciente, e intensificaría su buena voluntad en resolver los problemas de su caso, sólo porque el hombre amado lo pedía. Una mujer realmente enamorada anhelaría obtener la curación completa para alcanzar un mayor valor a los ojos del médico y preparar la realidad en la que poder desarrollar ya libremente su inclinación amorosa. Pero, en lugar de todo esto, la paciente se muestra caprichosa y desobediente; ha dejado de interesarse por el análisis y seguramente de creer en Ias afirmaciones del médico. Así, pues, lo que hace no es sino manifestar una resistencia bajo la forma de enamoramiento”
Obras completas, Sigmund Freud (Amorrortu. Tomo .II) 1914-1915 “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”.
El párrafo anterior nos explica de manera clara que el enamoramiento, no es mas que una resistencia a la cura, y así habría que hacérselo ver a la paciente, es obvio la necesidad de desarrollar aun mas afondo un tema de esta intensidad, mas sin embargo el presente ensayo solo presenta una breve explicación de este fenómeno, esperando posteriormente sea desarrollado mas a fondo.
CONCLUSION
La técnica nos enseña que debemos derribar las resistencias , fortalecer al yo utilizando la transferencia como un arma, sin olvidar que esta arma es una espada de doble filo y que es necesario aprender a utilizarla, claro según sea el caso.
El trabajo con pacientes en psicoterapia de corte psicoanalítico es de breve duración y no es capaz de realizar un arduo trabajo como el psicoanálisis de un paciente, pero no por eso es menos difícil, ya que estamos sometidos a sospechar cuando el paciente se considera apto para enfrentar las exigencias que anteriormente lo aquejaban, pudieran ser resistencias o cualquier otro mecanismo que permite en apariencia al paciente considerarse sano y con ello abandonar la terapia, entendiendo que esta terapia le ha costado confrontarse con muchos conflictos personales difíciles de sobrellevar.
Dicho lo anterior solo nos queda sospechar e intervenir en el momento que el paciente ha decidido dejar la terapia, y hacerle saber que de volver a requerir nuestros servicios, solo estamos a una llamada de distancia para volver a comenzar la difícil travesía.
BIBLIOGRAFIA
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Sigmund Freud, Obras Completas, Volumen II. Amorrortu: Puntualizaciones sobre el amor de transferencia 1914-1915.
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