

“LOS AVATARES DE UNA TERAPIA DE CORTE PSICOANALITICO”
POR.
PSIC. DERICO YAHOME CORONADO HUIZAR.
21/JULIO/2008
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo busca dar una mirada clara acerca de cómo se trabaja la terapia psicológica desde un enfoque psicoanalítico Freudiano, aquellos terapeutas que están iniciándose en el difícil pasaje de la investigación en la terapia de corte analítico se darán cuenta que en el espinoso camino de llevar a acabo un proceso con un paciente dentro de nuestro consultorio, nos veremos enfrentados con diferentes barreras que no nos permitirán cumplir el o los objetivos planteados por nuestros pacientes. Estas murallas sin embargo no son ajenas a cualquier otro tipo de enfoque terapéutico, sistémicos, gestaltistas y demás terapeutas se han enfrentado y se enfrentan constantemente a este tipo de fenómenos y nuestro interés es ver que tiene que decir el psicoanálisis respecto a como se debe llevar acabo esta ardua tarea.
El presente trabajo más que nada intentará dar muestra de cómo se lleva acabo una terapia de corte analítico y de algunos fenómenos interesantes en el desarrollo de la terapia psicoanalítica de corte Freudiano, así que sin mas preámbulo daremos comienzo.
La técnica.
Aquellos que dedicamos nuestro tiempo al análisis e interpretación de los conflictos internos de los pacientes que se presentan a consulta, nos damos cuenta que la mayoría de las veces vienen muy a afligidos por exigencias del mundo exterior que ellos no se sienten capaces de manejar. Se nos presentan en búsqueda de un conocimiento exterior, de una demanda hacia el terapeuta, algunas veces es “no se como remediar la situación, dame tu la solución” solución que después de arduo trabajo nos damos cuenta , que ese conocimiento, esa demanda , no viene del exterior a veces ni siquiera del propio terapeuta si no mas bien de las fortalezas que el paciente va ganando, en el desarrollo del proceso y que estas mismas son las que él utiliza para llegar a alcanzar los objetivos terapéuticos.
Si hablamos de Psicoanálisis forzosamente tenemos que mencionar a Sigmund Freud, quien diera cuenta de un número interesante de fenómenos que ayudaran a expresar el funcionamiento psíquico del sujeto, y desarrollos teóricos ulteriores basados en él.
La psico-dinámica de Freud nos ayudara a entender que sucede con aquellos pacientes, que como mencionaba al principio ,nos aparecen algo afligidos por influencias que parecieran exteriores al sujeto, pero que realmente son introyectadas a la psique del paciente y desde ahí actúan como desencadenantes del malestar del paciente.
Demos cuenta de algunas oraciones Freudianas sobre estos fenómenos:
“el yo tiene la tarea de obedecer a sus tres vasallajes -de la realidad objetiva, del ello y del súper yo- y mantener pese a todo su organización, afirmar su autonomía”.
“El más duro reclamo para el yo es probablemente sofrenar las exigencias pulsionales del ello, para lo cual tiene que solventar grandes gastos de contra investiduras. Ahora bien, también la exigencia del súper yo puede volverse tan intensa e implacable que el yo se quede como paralizado frente a sus otras tareas”.
“En los conflictos económicos que de ahí resultan vislumbramos que a menudo ello y súper yo hacen causa común contra el oprimido yo, quien para conservar su norma quiere aferrarse a la realidad objetiva. Si los dos primeros devienen demasiado fuertes, consiguen menguar y alterar la organización del yo hasta el punto de perturbar, o aun cancelar, su vínculo correcto con la realidad objetiva”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Estos tres párrafos, nos dan cuenta de un yo del sujeto mermado, por las exigencias del súper yo, el ello y la realidad objetiva. En otras palabras el sujeto se encuentra afligido por que no es capaz de atender de manera efectiva las exigencias del mundo exterior (sociedad, familia, ética, etc.) así como las internas (deseos, impulsos, la moral), él no ha encontrado la forma y su yo (pensamiento, razón, ideas), su persona, no logra encontrar como atender esas exigencias.
Esto nos pone en una posición clave, ¿cual es entonces nuestro trabajo? .
Freud menciona que:
“Sobre estas intelecciones fundamos nuestro plan terapéutico. El yo está debilitado por el conflicto interior, y nosotros tenemos que acudir en su ayuda. Es como una guerra civil destinada a ser resuelta mediante el auxilio de un aliado de afuera. El médico analista y el yo debilitado del enfermo, apuntalados en el mundo exterior objetivo {real}, deben formar un bando contra los enemigos, las exigencias pulsionales del ello y las exigencias de conciencia moral del súper yo”.
“El yo enfermo nos promete la más cabal sinceridad, o sea, la disposición sobre todo el material que su percepción de sí mismo le brinde, y nosotros le aseguramos la más estricta discreción y ponemos a su servicio nuestra experiencia en la interpretación del material influido por lo inconciente”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Entonces ¿en que consiste la situación analítica y nuestra labor como terapeutas?
Para freud seria de esta manera:
“Nuestro saber debe remediar su no saber, debe devolver al yo del paciente el imperio sobre jurisdicciones perdidas de la vida anímica. En este pacto consiste la situación analítica”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Desde mi punto de vista la gran diferencia se encuentra, en que en la psicoterapia de corte psicoanalítico, nuestro principal trabajo es el de fortalecer al yo, darle la fuerza al paciente para atender las exigencias que se le presentan y que le han impedido para la vida, tomando en cuenta que estas exigencias son los motivos de consulta y que son los objetivos a alcanzar.
A diferencia de aquel sujeto que se somete a un psicoanálisis por medio del cual aprenderá a re-conocerse, a estudiar sus complejos edipícos, sus conflictivas paternas y fraternas, y a analizar sus formas de ser en el mundo, resistencias, temores y de donde vienen ellos. Obvio que este trabajo resultara de mayor duración que el psicoterapéutico.
Sin embargo esto no es todo, tanto en la psicoterapia como en el psicoanálisis nos encontramos con fenómenos que nos vemos forzados a analizar, me refiero a la transferencia y las resistencias. Fenómenos que alteran las posibilidades de llegar a los objetivos planteados. Observamos que los pacientes desarrollan sentimientos dirigidos hacia nosotros que pueden servir de herramientas para el avance, así como para el retroceso, de la cura que es comúnmente nuestro objetivo.
Freud menciona que:
“Lo más asombroso es que el paciente no se reduce a considerar al analista, a la luz de la realidad objetiva, ve en él un retorno -reencarnación- de una persona importante de su infancia de su pasado, y por eso trasfiere sobre él sentimientos y reacciones que sin duda se referían a ese arquetipo”.
“Esta transferencia es ambivalente, incluye actitudes positivas, tiernas, así como negativas, hostiles, hacia el analista, quien por lo general es puesto en el lugar de un miembro de la pareja parental, el padre o la madre”.
“Si el paciente pone al analista en el lugar de su padre (o de su madre), le otorga también el poder que su súper yo ejerce sobre su yo, puesto que estos progenitores han sido el origen del súper yo”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
En psicoterapia también los pacientes transfieren sentimientos positivos o negativos hacia el terapeuta, lo mejor será desarrollar una relación que pro-ponga la situación transferencial positiva y valerse de ella como medio para llegar a la cura, sin embargo no podemos hacer de lado que algunas veces la transferencia negativa es la que aparece en la relación analítica, a manera de resistencia y es aquí cuando nos vemos forzados a llevar acabo grandes esfuerzos para que el paciente sea capaz de comprender y romper esas resistencias.
Para freud:
“El analista tiene la tarea de arrancar al paciente en cada caso de esa peligrosa ilusión, de mostrarle una y otra vez que es un espejismo del pasado lo que él considera una nueva vida real-objetiva. Y a fin de que no caiga en un estado que lo vuelva inaccesible a todo medio de prueba, uno procura que ni el enamoramiento ni la hostilidad alcancen una altura extrema”.
“Y si se logra, como las más de las veces ocurren, adoctrinar al paciente sobre la real y efectiva naturaleza de los fenómenos trasferenciales, se habrá despojado a su resistencia de un arma poderosa y mudado peligros en ganancias”.
“Nuestro camino para fortalecer al yo debilitado parte de la ampliación de su conocimiento de sí mismo. Sabemos que esto no es todo, pero es el primer paso. La primera pieza de nuestro auxilio terapéutico es un trabajo intelectual y una exhortación al paciente para que colabore en él”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Nuestro trabajo va emparentado, a lograr que el paciente se descubra y se haga conciente de que sus sentimientos hacia el terapeuta son repeticiones infantiles dirigidas hacia un otro, posiblemente a sus padres, para así romper esa resistencia y llegar a nuestra meta.
Según Sigmund Freud.
“Vencer las resistencias es la parte de nuestro trabajo que demanda el mayor tiempo y la máxima pena. Pero también es recompensada, pues produce una ventajosa alteración del yo, que se conserva independientemente del resultado de la transferencia y se afirma en la vida”.
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Como nos podemos dar cuenta, en este ultimo párrafo, para la psicoterapia de corte psicoanalítico hemos logrado nuestro objetivo, un yo fortalecido que atienda a las exigencias del exterior como del interior del paciente.
Por ultimo quisiera re-tomar un tema que me pareció bastante interesante, al cual Freud dedico un articulo muy interesante y es sobre este tipo de enamoramiento que aparece como una resistencia en el proceso terapéutico, me refiero al caso en que un paciente transfiera sentimientos amorosos hacia el terapeuta.
Como dijera Freud:
“Me refiero al caso de que una paciente demuestre con signos inequívocos o declare abiertamente haberse enamorado, como otra mortal cualquiera, del médico que está analizándola”.
Obras completas, Sigmund Freud (Amorrortu. Tomo .II) 1914-1915 “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”.
En mi joven experiencia como terapeuta me he dado cuenta de comportamientos interesantes, sobre todo en pacientes del sexo femenino, han llegado a mi consultorio pacientes que al principio tienen un aspecto poco interesado en resaltar su belleza femenina, pero que sin embargo al cabo de unos meses llegan a mi consulta con otro semblante, atractivas, arregladas y pintadas, como queriendo lucirse y mostrar su belleza , cosa que al principio no hacían, pudiéramos pensar que esto es un reflejo de una auto estima mejorada y que la persona sin duda a mejorado su salud, pero la pregunta que me nace es la siguiente, ¿por que arreglarse y pintarse para ir a consulta? Acaso las mujeres no lo hacen para querer seducir a otro, ya sea novio, amante, esposo, etc., Esto sucede comúnmente, y por esta razón creo necesario tomar en cuenta lo que el Psicoanálisis Freudiano tiene que decir al respecto.
Nuestro trabajo nos obliga a sospechar de todo tipo de resistencias, pensémoslo en palabras de Freud, ¿que sucederá al momento en que la paciente este transfiriendo sentimientos de este tipo hacia el terapeuta?
Según Freud:
“Así pues, al saber que la paciente se ha enamorado del médico opinará que sólo caben dos soluciones: o las circunstancias de ambos les permiten contraer una unión legítima y definitiva, cosa poco frecuente, o, lo que es más probable, tienen que separarse y abandonar la labor terapéutica comenzada. Existe, desde luego, una tercera solución, que parece además compatible con la continuación de la cura.”
Para el médico supone una preciosa indicación y una excelente prevención contra una posible transferencia recíproca, pronta a surgir en él. Le demuestra que el enamoramiento de la sujeto depende exclusivamente de la situación psicoanalítica y no puede ser atribuido en modo alguno a sus propios atractivos personales, por lo cual no tiene el menor derecho a envanecerse de aquella «conquista», según se la denominaría fuera del análisis. Y nunca está de más tal advertencia. Para la paciente surge una alternativa: o renuncia definitivamente al tratamiento analítico o ha de aceptar, como algo inevitable, un amor pasajero por
Obras completas, Sigmund Freud (Amorrortu. Tomo .II) 1914-1915 “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”.
Bueno, desde mi punto de vista, lo que el terapeuta habrá de hacer en estos casos es sostener ese enamoramiento en el análisis, habrá que encontrar la forma de dar una interpretación adecuada a la historia del paciente,de este enamoramiento, pero, lo mas importante, es que ella sea capaz de asociar e interpretar sus sentimientos por el terapeuta, y se pueda dar cuenta que, como decía freud, esto es un producto de su resistencia que le esta llevando a querer abandonar la labor terapéutica.
Para Freud:
“Un enamoramiento verdadero haría más dócil a la paciente, e intensificaría su buena voluntad en resolver los problemas de su caso, sólo porque el hombre amado lo pedía. Una mujer realmente enamorada anhelaría obtener la curación completa para alcanzar un mayor valor a los ojos del médico y preparar la realidad en la que poder desarrollar ya libremente su inclinación amorosa. Pero, en lugar de todo esto, la paciente se muestra caprichosa y desobediente; ha dejado de interesarse por el análisis y seguramente de creer en Ias afirmaciones del médico. Así, pues, lo que hace no es sino manifestar una resistencia bajo la forma de enamoramiento”
Obras completas, Sigmund Freud (Amorrortu. Tomo .II) 1914-1915 “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”.
El párrafo anterior nos explica de manera clara que el enamoramiento, no es mas que una resistencia a la cura, y así habría que hacérselo ver a la paciente, es obvio la necesidad de desarrollar aun mas afondo un tema de esta intensidad, mas sin embargo el presente ensayo solo presenta una breve explicación de este fenómeno, esperando posteriormente sea desarrollado mas a fondo.
CONCLUSION
La técnica nos enseña que debemos derribar las resistencias , fortalecer al yo utilizando la transferencia como un arma, sin olvidar que esta arma es una espada de doble filo y que es necesario aprender a utilizarla, claro según sea el caso.
El trabajo con pacientes en psicoterapia de corte psicoanalítico es de breve duración y no es capaz de realizar un arduo trabajo como el psicoanálisis de un paciente, pero no por eso es menos difícil, ya que estamos sometidos a sospechar cuando el paciente se considera apto para enfrentar las exigencias que anteriormente lo aquejaban, pudieran ser resistencias o cualquier otro mecanismo que permite en apariencia al paciente considerarse sano y con ello abandonar la terapia, entendiendo que esta terapia le ha costado confrontarse con muchos conflictos personales difíciles de sobrellevar.
Dicho lo anterior solo nos queda sospechar e intervenir en el momento que el paciente ha decidido dejar la terapia, y hacerle saber que de volver a requerir nuestros servicios, solo estamos a una llamada de distancia para volver a comenzar la difícil travesía.
BIBLIOGRAFIA
Sigmund Freud, Obras completas, Volumen XXIII. Amorrortu: La Tarea Práctica. La técnica psicoanalítica.
Sigmund Freud, Obras Completas, Volumen II. Amorrortu: Puntualizaciones sobre el amor de transferencia 1914-1915.
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